Junio 11 de 2025
NO SOLO DE PAN VIVIRÁ EL HOMBRE
MATEO 4:1-4
Tentación de Jesús
4 Luego el Espíritu llevó a
Jesús al desierto para que allí lo tentara el diablo. 2 Durante
cuarenta días y cuarenta noches ayunó y después tuvo mucha hambre.
3 En ese tiempo, el
diablo se le acercó y le dijo:
—Si eres el Hijo de Dios, di a estas piedras que se
conviertan en pan.
4 Jesús le dijo:
—¡No! Las Escrituras dicen:
“La gente no vive solo de pan,
sino de cada palabra que sale de la boca de Dios”.
https://youtu.be/5LNxgvc50O8?si=1j9XQULd7AimfLeW
Estimado lector:
Las tentaciones al comienzo del ministerio de Jesús
establecen un paralelo histórico con el peregrinaje del pueblo israelita en su
viaje a la tierra prometida. Ellos dejaron Egipto y viajaron por el desierto
durante cuarenta años, experimentando total dependencia de Dios, ANTES DE
CONQUISTAR LA TIERRA PROMETIDA. Moisés se preparó en el desierto con cuarenta
días en ayuno y oración, PARA RECIBIR LA LEY (Deuteronomio 9:9).
Más adelante, el tentador usó la expresión “si eres Hijo de
Dios”; título que Jesús recibió al salir de las aguas de Su bautismo. Las dos
primeras tentaciones se dirigen a probar la veracidad de ese título,
desafiando a Jesús a demostrar que la proclamación bautismal era fidedigna.
Las piedras abundaban en el desierto; el pan, no. Jesús fue
desafiado y tentado a usar Su Poder para resolver Su hambre. El pan aquí
representa esa necesidad vital. Así como Israel clamó por pan (Éxodo 16) y
recibió el maná, Jesús fue retado a hacer realidad Su propio maná, para así
demostrar Su dependencia del Padre Celestial.
Jesús resistió esta tentación, citando Deuteronomio 8:3: “El
hombre no vive solo de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”