Junio 12 de 2025
PONDRÁS A PRUEBA AL SEÑOR TU DIOS
MATEO 4:5-7
5 Después el diablo lo
llevó a la santa ciudad, Jerusalén, al punto más alto del templo, 6 y
dijo:
—Si eres el Hijo de Dios, ¡tírate! Pues las Escrituras
dicen:
“Él ordenará a sus ángeles que te protejan.
Y te sostendrán con sus manos
para que ni siquiera te lastimes el pie con una piedra”.
7 Jesús le respondió:
—Las Escrituras también dicen: “No pondrás a prueba
al Señor tu Dios”.
https://youtu.be/BZa8NJ9eWJA?si=oKCLAz6QfUKqhNGg
Estimado lector:
En pasaje, habla de la segunda tentación a Jesús en el
desierto, después de pasar cuarenta días y cuarenta noches sin probar
alimentos.
El enemigo lo llevó al pináculo del templo; un lugar alto,
desde donde Jesús podía verse, porque toda la ciudad era visible. Jesús fue
invitado a demostrar que Dios estaba de Su lado y que lo protegería y libraría
de todo peligro y daño. La tentación lo desafiaba a revelar a un Dios capaz de
servirle como protector y de hacerlo invulnerable a la muerte.
Era una invitación sutil a proclamar y reclamar su derecho
de ser protegido por la Mano de Dios; a demostrar que no podía ni debía morir,
porque el verdadero Hijo de Dios, siempre será preservado de cualquier daño.
El tentador buscaba que Jesús usara Su dependencia divina
para manipular a Dios, demandando Su acción inmediata en cualquier momento de
necesidad.
El enemigo cita la Escritura con motivos malvados. Para
contestar Escritura con Escritura, como hizo Jesús aquí, hay que conocerla, con
el fin de tener una respuesta preparada; porque el tentador no dará tiempo para
buscarla o para pedir consejo e insistirá en que se tome una decisión
inmediata.
Invite en oración a la presencia de Dios y pídale que su verdad le sean reveladas.
¿Señor qué me quieres decir hoy?
Permita que el Espíritu Santo le revele
Dios podría estar hablándole de Él
Dios podrá estar hablándole a usted. Reflexione en lo siguiente:
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Ahora que ha permitido que Dios le hablara, hable con Él en oración.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”
Santiago 1:22 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos”